Pelé
(Edson Arantes do Nascimento; Três Corações, Brasil,
1940) Futbolista brasileño. El mejor futbolista de todos los tiempos, en
opinión de muchos, fue rechazado por los principales clubes de fútbol
brasileños en los comienzos de su carrera deportiva, hasta que, tras
jugar en varias formaciones secundarias, en 1956 fichó por el Santos de
São Paulo. Su padre había sido un jugador de fútbol mediocre que se
retiró tempranamente. Mientras aprendía el oficio de dominar el balón,
Pelé se ganaba la vida como limpiabotas. Pero a los 11 años ya se habían
fijado en él, y a los 15 llegó al Santos, el equipo de su vida, después
de la selección nacional de Brasil.
Entre 1956 y 1974, Pelé ofreció en el Santos verdaderos recitales futbolísticos. La Perla Negra,
uno de los apelativos que recibió, era un jugador de corpulencia media
que conjugaba una gran habilidad técnica, un poderoso disparo con ambas
piernas y una inusitada capacidad de anticipación. A lo largo de su
dilatada carrera deportiva, Pelé ganó con su club diez Campeonatos
Paulistas (siendo el máximo realizador en once), cinco Torneos Río-São
Paulo, dos veces la Copa Libertadores y otras dos la Copa
Intercontinental en los mismos años (1962 y 1963), y, en 1962, el primer
Campeonato Mundial de clubes.
Pelé debutó en la selección brasileña con sólo
diecisiete años y, ya entonces, su contribución a la magia del juego
carioca fue clave para la obtención del título mundial en Suecia en
1958. La incorporación de los jóvenes Pelé y Garrincha puso en marcha un
juego artístico, fluido y dominador (el llamado jogo bonito) que
muy poco tenía que ver con el fútbol de fuerza y pelotazo de los
conjuntos anglosajones o con la improvisación de los mediterráneos.
Se iniciaba así en los campeonatos mundiales una
etapa brillante, marcada por la figura legendaria de Pelé, que asombró
al mundo con su juego, su clase, su intuición, su control de la pelota y
del disparo. En el Mundial de Suecia de 1958, un gol suyo frente a País
de Gales hizo que los brasileños se plantasen en las semifinales contra
Francia, a la que batieron por un aplastante 5-2, con tres goles de
Pelé. En la final, la máquina brasileña arrolló a los anfitriones hasta
dejar el marcador final en 5-2, nuevamente con tres tantos de Pelé.
Pelé había llegado al Mundial de Suecia como
suplente, como un garoto (chaval) que prometía mucho, y regresó con la
aureola que rodea a las leyendas. No tardaría en ser llamado O Rei
(El Rey), apodo que Pelé recibió en 1961 de la prensa francesa. En los
años venideros, Pelé confirmaría su propio mito, ganándose la
consideración de mejor jugador de todos los tiempos al liderar los
triunfos mundialistas de su país en los campeonatos de Chile (1962) y
México (1970); los tres títulos mundiales valieron al combinado
brasileño la adjudicación en propiedad del primer trofeo instituido, la
llamada copa Jules Rimet.
Tras su retirada, Pelé ha seguido en el mundo del fútbol.
Tras obtener todos los títulos posibles y haber
contabilizado más de mil goles marcados en partidos oficiales (1.284
goles en 1.363 partidos, según las estadísticas), anunció su retirada
del deporte activo en 1974. Sin embargo, Pelé (cuyo seudónimo carece
aparentemente de significación alguna) fichó en 1975 por el Cosmos de
Nueva York, equipo constituido por un conjunto de grandes figuras del
fútbol a fin de promocionar este deporte en Estados Unidos.
Tras retirarse definitivamente en 1977, O Rei
recibió numerosos galardones y reconocimientos, tales como el Premio
Internacional de la Paz (1978) o el de Atleta del Siglo (1980).
Aureolado por una fama sin fronteras, y habiéndose convertido en el
deportista mejor pagado hasta el momento, Pelé inició una carrera
relativamente exitosa en el cine como actor (llegó a participar en el
largometraje de John Huston Evasión o victoria, de 1981), y en la
música, como compositor de varias piezas, entre las que se incluye la
banda sonora completa de la película de carácter biográfico Pelé (1977).
Pelé continuó también ejerciendo una importante
influencia en el mundo del fútbol desde los despachos, y en 1995 fue
nombrado ministro de Deportes en Brasil, cargo desde el cual impulsó la
llamada Ley Pelé, con la cual pretendía modificar la legislación en materia de contratos deportivos entre clubes y jugadores.
Todavía unos pocos postulan para el título de mejor jugador de la historia a figuras como el holandés Johan Cruyff, el alemán Franz Beckenbauer o los argentinos Diego Armando Maradona, y, ya en el siglo XXI, Leo Messi, alegando que el altísimo nivel de exigencia del fútbol de las últimas décadas no es comparable al de los tiempos de O Rei.
Pero es innegable que los registros de Pelé siguen imbatidos y parecen
inalcanzables; si no el más grande de todos los tiempos, fue sin duda el
primero de los grandes.
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